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Mª Ángeles Villafranca, Delegada de Stop Accidentes Andalucía: “La tecnología puede mejorar la seguridad, pero solo si la utilizamos de forma correcta”

La carretera es una de las principales causas de mortalidad y de discapacidad adquirida en España. Cuando se produce un accidente de tráfico, toda una vida puede cambiar en cuestión de segundos y, con ella, todo un entorno familiar puede perder a un ser querido, que es algo trágico e irreparable. Por eso, la prevención, la precaución al volante y la educación vial son pilares básicos para una mayor seguridad en la carretera. Hablamos de ello con María Ángeles Villafranca, Delegada en Andalucía de Stop Accidentes, y víctima en primera persona, al haber perdido a un hijo en la carretera.

Las tasas de accidentes de tráfico y de víctimas han bajado en los últimos años. ¿Qué análisis hace de la situación actual?

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), los accidentes van bajando, pero nosotros somos muy reacios a hablar de cantidad, porque las cifras no son del todo reales. Por ejemplo, no se contabilizan los accidentes in itinere. También hay que tener en cuenta que la gente coge menos el vehículo por causas económicas. Esto es muy relativo y hay que analizarlo muy bien.

¿Cuáles son las principales secuelas de los accidentes?

La principal es la pérdida de la vida, seguida de la discapacidad, pero luego están las consecuencias que no se ven, que pueden ser incluso tan delicadas como las otras. Las secuelas psicológicas también pueden ser muy graves y, a veces, la gente no las comprende, no las entiende, ni siquiera la propia familia.

¿Está la tecnología contribuyendo a la mejora de la seguridad vial y a evitar accidentes de tráfico?

La tecnología ayuda, pero siempre y cuando sepamos utilizarla. Me refiero a que tecnologías como el móvil causan una gran mayoría de accidentes y la retirada de puntos o del carnet de conducir, por distracciones que pueden ser incluso de unos pocos segundos. Por eso la tecnología viene bien, pero hay que saber utilizarla. Creemos que todo se solucionaría con una educación vial desde edades tempranas. Todos usamos los móviles, su introducción en nuestras vidas ha sido algo muy rápido y por eso, a veces, no sabemos usarlos y no tenemos una educación en hábitos y en los riesgos que entraña su uso. Esto lo hablo por experiencia, porque a mi hijo le quitó la vida un señor que iba hablando por teléfono y que invadió el carril contrario.

¿Qué medidas adoptaría para reducir los accidentes?

Yo trabajo en la recuperación de los carnets y de los puntos en autoescuelas. Nosotros damos el testimonio. Somos víctimas para concienciar a las personas. A la gente le duele la multa y tener que volver a sacarse el carnet de conducir, pero si eso ocurre es porque ya les han cogido varias veces bajo los efectos del alcohol o incumpliendo la normativa. Eso me lleva a la primera conclusión. Las personas que son alcohólicas no deben conducir. Debe cumplir su condena, por muy pequeña que sea. Ahí es donde nosotros creemos que está la equivocación. Si se comete una infracción que equivale a un mes de cárcel, creemos que no se debería poder pagar con una multa.

La educación vial es primordial desde las primeras etapas de la vida. ¿Cómo cree que se puede introducir este contenido en las escuelas?

Nosotros lo estamos haciendo, pero, por desgracia, tenemos el inconveniente de que los colegios cumplen su cometido llevando a los niños a las pistas que ha puesto la DGT. Estamos en contra de esta práctica, porque antes de llevarlos a las pistas, donde se lo pasan bien, montan en bicicletas y en los karts, nosotros pensamos que primero hay que darles una charla de seguridad vial y, en segundo caso, como premio, se les podría llevar a las pistas. De nada sirve pasar un rato en una pista si atropellamos al compañero, porque no sabemos que tenemos que ceder el paso a los peatones cuando llegamos al paso de cebra. Por eso creemos que la educación vial desde preescolar es imprescindible. Un niño está en la sillita dentro de un vehículo y ya debe estar con su cinturón puesto ¿Qué mayor evidencia hay de la importancia de adquirir hábitos desde muy pequeños? Hay que enseñar cómo se tienen que comportar dentro de un vehículo desde pequeños.

¿Qué opina del carnet por puntos y de los cursos de recuperación de puntos?

Estamos viendo que a muchas personas sí les sirven. El sistema va en dos partes: una, que es el parcial, que es solamente recuperar puntos, y el total, porque ya se les ha retirado el carnet, porque ya han realizado alguna infracción grave y tienen que volver a sacarse el carnet.
Entonces, en muchos casos esto les hace tener una rebeldía grandísima, porque tienen que pagar la multa, están sin carnet y muchos son personas mayores a quienes les cuesta mucho trabajo retomar esa disciplina, estudiar, memorizar y someterse a un examen. De hecho, hay gente que se desplaza hasta la autoescuela en su vehículo y no tiene carnet, es decir, son personas que retan al sistema con un comportamiento rebelde.En las autoescuelas se trata de convencer a estas personas, pero no se tiene autoridad para ello. Por eso, se necesitaría bastante más personal policial para vigilancia de las personas a las que se les retira el carnet de conducir.

¿Qué otros puntos de mejora existen?

Me parece mal la antigüedad del parque de vehículos y el estado de las carreteras, pero está claro que, si la gente no tiene dinero para comprar un nuevo vehículo, no se puede cambiar. Sin embargo, el estado de las carreteras sí es susceptible de mejora y el responsable, en este caso, es la Administración. Las competencias de carretas se dividen entre los ayuntamientos, diputaciones y el Ministerio de Fomento (Gobierno), pero se tiran la pelota unos a otros. En este sentido, aún nos falta mucho trabajo por hacer y, además, los recortes presupuestarios derivados de la crisis económica que hemos vivido desde el año 2008 han repercutido mucho en esto. Además, los materiales pedagógicos también tienen que ser de calidad, para que sirvan a su cometido, pero eso no siempre es así. Es decir, es una pena en general, que se ofrezcan clases gratuitas de seguridad vial en los centros educativos y tengamos que ir rogando a los colegios que nos dejen, en vez de meterlo como asignatura obligatoria. Tendría que ser una obligación y tendría que elaborarse un material pedagógico específico para ello.